jueves, 7 de noviembre de 2013

CÓMO ESTUDIAR UN CASO JURÍDICO CIVIL

Todas las ramas del derecho tienen sus características especiales. Si somos capaces de precisarlas, podremos ajustar a ellas el estudio del caso que tengamos entre manos. Empecemos con el derecho civil:

NORMAS DE DIFÍCIL COMPRENSIÓN: Su primer rasgo destacable es el carácter sumamente conceptual de muchas de sus normas. Ello es necesario para que sea, como pretende, subsidiario del resto del ordenamiento. En consecuencia, a menudo la mera lectura de los artículos es insuficiente para esclarecer todas las cuestiones derivadas de ellos. Por eso es importante acudir a la doctrina en el estudio de estos casos. Cuántos abogados se embarcan en pleitos civiles fiados en una interpretación errónea o incompleta de los mecanismos de resolución de las obligaciones; del momento de la perfección del contrato; de los tipos de arras; del alcance y límites probatorios de la forma del contrato… 

IMPORTANCIA DE LA VOLUNTAD DE LAS PARTES: Otra característica del derecho civil es que en su ámbito la voluntad de las partes tiene fuerza normativa con mucha más frecuencia que en las otras disciplinas legales, De manera que el contrato debe ser estudiado con igual o mayor profundidad que la ley, para luego cohonestarlo con ésta y con la doctrina para formar un cuerpo coherente. A veces no resulta nada fácil, si los convenios privados están redactados de manera deficiente, como ocurre más veces de las que sería lógico esperar. Si a ello unimos el carácter espiritualista de nuestro derecho, que establece la validez de la mayoría de los acuerdos sin necesidad de una escritura pública ni de documento privado que los contenga, hace necesario que en la recogida de datos prestemos especial atención a los acuerdos verbales y a los medios con que puedan éstos ser probados en juicio, como también al comportamiento de las partes anterior, coetáneo y posterior al convenio.   

Teniendo en cuenta lo dicho, así como las entradas anteriores, propongo, para preparar un caso civil, los siguientes PASOS:

 1º) RECOGER POR ESCRITO LOS HECHOS, por orden cronológico. EXTRAER LOS JURÍDICAMENTE RELEVANTES, destacándolos sobre los que no lo son, y determinar provisionalmente los PUNTOS CLAVE que pueden decidir el asunto.

2º) ESTUDIAR LOS ACUERDOS PRIVADOS con exhaustividad, sean escritos, verbales o incluso tácitos, anotando todas y cada una de las dudas que nos plantean y las posibles pruebas de los no escritos.

 3º) Ampliar el estudio a la LEY y la JURISPRUDENCIA, pero sobre todo NO OLVIDAR LOS MANUALES DOCTRINALES civiles especializados en la materia de que se trate, para poder entender el caso desde su base, desde los conceptos que lo rigen, y no solo desde los artículos legales concretos que le sean aplicables.

 4º) A raíz del estudio anterior, RATIFICAR O MODIFICAR LOS PUNTOS CLAVE que van a determinar el éxito o fracaso de la acción.
 
5º) DEFINIR LA ESTRATEGIA general que llevar a cabo, las TÁCTICAS en que se va a concretar dicha estrategia Y, SI SE QUIERE, LOS OBJETIVOS mínimos a alcanzar. Yo suelo resumirlo en un apartado llamado “estrategia” de la ficha que hago para cada cliente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario