A fin de cuentas todo juicio
penal depende en buena medida de la impresión psicológica que las partes causen
al juez.
En este caso los acusados, sin testigos a su
favor, se enfrentaban a una denuncia por lesiones apoyada por el testimonio de
la denunciante, la declaración de una testigo que aseguraba haber presenciado
la agresión y un parte de lesiones en el que consta que no se aprecian señales
de hematoma, pero sí una pequeña erosión local y dolor.
Pero la versión de la
denunciante y su testigo, amiga íntima suya, no resultaba muy verosímil (alegaban
que no hubo discusión alguna previa a la agresión, lo que carece de sentido, y
además habían sido expulsadas de la discoteca mientras que se permitió
permanecer dentro a los denunciados).
Los acusados presentaron, por el
contrario, una declaración coherente y lógica, con la que consiguieron la
absolución.
Para ver la sentencia: ABSOLUCIÓN LESIONES