martes, 25 de junio de 2013

ASISTENCIA AL DETENIDO - DILIGENCIAS URGENTES - SUS PELIGROS

La asistencia al imputado en unas diligencias urgentes tiene problemas añadidos a la asistencia al detenido normal:
 • EL PROCESO ES MUY CONCENTRADO, con una comparecencia en la que se resuelven mediante autos una serie de cuestiones sin solución de continuidad, lo que a veces hace que el abogado poco experimentado se pierda un poco y, en consecuencia, se deje llevar sin oponerse a nada.

 • Esta comparecencia se lleva a cabo nada más terminar las diligencias, por lo que APENAS DA TIEMPO PARA EXAMINAR EL CASO y sopesar qué estrategia debemos adoptar.

 • La acusación habrá podido recabar las pruebas tanto del delito como de agravantes (como la reincidencia, mediante recepción telemática de los antecedentes penales); pero NO SE HABRÁN RECOPILADO LAS PRUEBAS QUE INTERESEN A LA DEFENSA (drogadicción, enfermedad mental, carencia de ingresos…), ni ha habido tiempo para crear otras (colaboración decisiva en la instrucción, reparación del daño causado, perdón del ofendido…), lo que coloca al imputado en desventaja.

 • LA TENTACIÓN DE APROVECHAR LA REBAJA DE UN TERCIO DE LA PENA en un acuerdo de conformidad es muy grande en un pleito a priori difícil.

 • Igualmente tentadora es la idea de ACABAR EL CASO EN LA MISMA MAÑANA mediante ese acuerdo. Esa opción no solo nos libra de mayores complicaciones, sino que nos permite incluir un caso completo en la relación trimestral del turno de oficio.

Todo ello hace de las diligencias urgentes el caso más delicado de asistencia a detenidos o imputados. Todo tiende entonces a la condena del imputado en condiciones solo aparentemente (rebaja de un tercio) favorables para él. La única persona que puede ayudarle en semejante trance es un abogado que sopese con rigor las posibilidades de defensa para decidir lo más oportuno. Pero ¿cómo hacerlo en la vorágine de un proceso tan confuso y concentrado, y con la premura propia de la guardia?
En las siguientes entregas vamos a aclarar resumidamente el proceso (rompiendo mi regla de no tratar en este blog más que cuestiones prácticas y dejar para otros los artículos de carácter sustantivo y procesal) y a continuación propondré, aplicándolo sobre un ejemplo, un método sistemático para ponderar los riesgos, a fin de tomar una decisión rápida sobre el asunto. Seguramente los comentarios de los lectores permitirán perfeccionarlo, en cuyo caso el artículo será modificado e incluirá los nombres de los que hayan colaborado en su mejora.

Autor: Avelino Sáez

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